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SABÍAS QUÉ la espuma viscoelástica, tan usada en los colchones actuales, surgió de la investigación espacial...
Colchón viscoelástico con espuma de efecto memoria. Foto ColchonesConDescuento.

 

Un ingeniero aeronáutico ayudó a construir un sistema de recuperación para el módulo de comando de las misiones lunares Apollo en 1962. Su experiencia con este sistema de recuperación le resultaría útil cuatro años después, cuando fue contratado por la NASA para ayudar en la mejora de los asientos de los aviones como protección contra accidentes y vibraciones, y el desarrollo de técnicas de absorción de energía para una mayor capacidad de supervivencia.

Se creó un material de espuma polimérica con «memoria» de células abiertas con propiedades viscoelásticas inusuales; es decir, poseía características tanto de alta absorción de energía como de suavidad. El Centro de Investigación Ames de la NASA incorporó este material similar a un cojín en un nuevo diseño de asiento de avión que no solo ofrecía una mejor protección contra impactos en caso de accidente, sino que también mejoraba la comodidad de los pasajeros en vuelos largos, debido a una distribución uniforme del peso corporal y la presión sobre toda el área de contacto. En la que paso a llamarse «espuma con efecto memoria», el material fluía para adaptarse al contorno del cuerpo que presionaba contra él y volvía a su forma original una vez que se eliminaba la presión, absorbiendo también los efectos de esta.

La agencia espacial incorporó esta espuma en los asientos de los astronautas en los transbordadores, y hoy en día, medio siglo después, la espuma viscoelástica es universal y hace que en nuestras casas las camas, los sofás y las sillas sean más cómodos, sin mencionar mejores plantillas para el calzado, asientos de vehículos, interiores de cascos y en especial para su uso medicinal, como en sillas de ruedas o soportes ortopédicos.

 

Al distribuir uniformemente la presión del asiento, la espuma con efecto memoria mejora la circulación sanguínea y alivia la presión de los puntos de presión. De este modo, ayuda a retardar las deformidades progresivas, mejora las funciones corporales y alivia el dolor y la fatiga asociados con estar sentado o en confinamiento durante mucho tiempo.

La astronauta Sally Ride flotando en la cabina del transbordador espacial en órbita.
Detrás de ella, su asiento con espuma de efecto memoria. Foto NASA.

 

Autor texto: Ángel Gómez Roldán
Director y Editor de la revista Astronomía

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